El curioso caso de Daniel Tammet, el genio que asombra al mundo

El caso del matemático Daniel Tammet, viralizado en los últimos días a través de las redes sociales, tal vez sea el mejor ejemplo de que el hombre aún sabe poco de su propio cerebro, pues la increíble capacidad mental de este británico al que se le diagnosticó epilepsia, sinestesia, síndrome de Asperger y síndrome del Sabio, desbordan la comprensión de la ciencia. Y asombran al mundo entero.

“Su caso pone en evidencia la genialidad de su mente y, al mismo tiempo, la memoria prodigiosa que tienen los llamados savant”, explica la neuróloga platense Diana Cristalli, quien detalla que este tipo de mentes brillantes se clasifican en cuatro grandes categorías o capacidades: “Desarrollan una memoria especial y profunda -explica-. En el caso de Tammet es numérica, pero hay capacidades especiales que se relacionan con el arte, el cálculo de fechas y con determinadas habilidades mecánicas”.

Si bien Tammet evidenció pronto que era un niño “diferente”, no fue hasta los 25 años cuando se le diagnosticó síndrome de Asperger. Pero no fue lo único: también tiene síndrome del Sabio, con una increíble capacidad memorística que lo llevó a poder recitar 22.514 decimales del número pi y a hablar 11 idiomas con total desenvoltura.

“Su historia sorprende pero no es el único de su tipo”, destaca Cristalli, quien recuerda el caso de Kim Peek, el norteamericano que sorprendió al mundo con sus asombrosas capacidades intelectuales y, a la vez, su incapacidad para realizar las tareas más básicas. “Este hombre terminó inspirando el personaje que interpretó Dustin Hoffman en la película Rain Man”, aporta la neuróloga (ver aparte).

En el caso de Tammet, hay que decir que en 2005 protagonizó un documental en el Reino Unido titulado ‘El chico del cerebro increíble’. A diferencia de otras personas con autismo que tienen dificultades para expresar sus sentimientos, Tammet ha escrito ya varios libros sobre su modo de ver el mundo, el último de los cuales, La poesía de los números , acaba de publicarse en España de la mano de la editorial Blackie Books.

SU VIDA

Nacido en Londres en el seno de una extensa familia -tiene 8 hermanos-, a Daniel Tammet le diagnosticaron en la infancia epilepsia y sinestesia, una infrecuente capacidad para oír colores, ver sonidos o tener sensaciones gustativas al tocar un objeto. Ante sus altas capacidades mentales, en su juventud fue examinado por científicos del Centro de Investigación del Cerebro de California, que, tras numerosas pruebas, le atribuyeron el ‘síndrome del autismo savant’.

En el documental que intentó reflejar su historia se mostraba precisamente un encuentro de Tammet con el más famoso de los autistas ‘savant’, el norteamericano Kim Peek.

En 2006, Tammet publicó su historia y vivencias en el libro Nacido en un día azul , en el que no ocultaba las rutinas a las que le somete su mente: debe tomar el té cada día a una hora exacta, salpicar su cara con agua cinco veces cuando se despierta y contar todos los botones de la ropa que viste antes de salir de casa.

En su libro La poesía de los números , Tammet intenta transmitir al lector cómo él puede encontrar la misma belleza o emoción en un número primo que una persona normal en un poema. En el libro, el matemático explica cómo empezó su devoción por el número pi y cómo contemplaba los miles de dígitos impresos en más de una veintena de páginas, “como los pintores contemplan sus paisajes favoritos”, y al igual que un pintor empieza un cuadro con una pequeña pincelada, él empezó a retener decimales hasta que “fue emergiendo progresivamente un paisaje numérico”. Y si los pintores exhiben sus cuadros, “¿qué podía hacer yo?”, se preguntó Tammet, que finalmente se propuso establecer un récord recitando el mayor número de decimales de pi con el propósito de recaudar fondos para la lucha contra la epilepsia. La exhibición tuvo lugar en el Museo de Historia de la Ciencia de la Universidad de Oxford en 2004, en un 14 de marzo, fecha en la que se celebra el ‘Día de Pi’ y en la que Tammet recitó durante 5 horas y nueve minutos hasta 22.514 decimales de esta cifra infinita.

Según Cristalli, “hay historias de los savant que son sorprendentes y apasionantes para estudiar. En los sujetos que poseen el don del cálculo de fechas, por ejemplo, se dan casos de personas capaces de calcular un calendario completo de atrás para adelante o al revés. Y lo hacen de modo instantáneo, con absoluta naturalidad”.

Además de los números, como se dijo, Daniel Tammet también aborda en su libro otros temas que le interesan, como las raíces numéricas de determinadas estrofas y versos, curiosidades estadísticas, anécdotas históricas y literarias relacionadas con las matemáticas, las diferentes formas de contar en distintos idiomas, entre ellos el islandés y el chino, o ciertas particularidades del ajedrez. En el último capítulo, El arte de las matemáticas , teoriza sobre la belleza de esta disciplina y concluye que “el mundo necesita artistas”, grupo en el que incluye a los matemáticos, pues cuando uno de ellos “atisba en su despacho algo que hasta la fecha resultaba invisible, está a punto de transformar en luz la oscuridad”.

Rain Man
El caso de Tammet recuerda al de Kim Peek, el genio que inspiró al personaje de la película Rain Man. Entre otras habilidades, Kim recordaba el 98% de los 12 mil libros que había leído, leía dos páginas en ocho segundos y tardaba una hora en memorizar un libro
Fuente Diario El Día

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