Temblor esencial: un trastorno más frecuente de lo que parece
Luego de que el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta despejara los rumores sobre su salud y explicara que no es Mal de Parkinson lo que tiene sino “temblor esencial”, una predisposición genética a temblar y que, según explican los especialistas, es mucho más común de lo que se cree, el trastorno se mediatizó y generó que muchos se preguntaran cuáles son las características de esta ignorada enfermedad.
“Lo tengo desde que nací -reveló Rodríguez Larreta ante Alejandro Fantino-. En el colegio me jodían en las clases de caligrafía pero mi peor problema fue no poder jugar a los palitos chinos. Pero nada que ver con el Parkinson. Escuché esos rumores por eso es bueno aclararlo: lo que tengo se llama temblor esencial”.
Se estima que su prevalencia se encuentra en el orden del 3% de la población en gente joven, aunque la incidencia va aumentando notablemente con el paso de los años. “ Es el trastorno de movimiento más frecuente”, apunta la neuróloga platense Diana Cristalli, quien explica además que afecta a “cerca del 4 por ciento de las personas mayores de 40 años, y es bastante frecuente encontrar antecedentes familiares de igual padecimiento hasta en el 70 por ciento de los casos”.
Tras explicar que “tiene tratamiento farmacológico”, la especialista precisó que este trastorno suele confundirse con lo que el imaginario popular concibe como “mal pulso”. Desde el Departamento de Enfermedades de Parkinson y Trastornos del Movimiento del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA), en tanto, también se naturalizó la enfermedad: “El temblor esencial es un cuadro absolutamente benigno -apuntaron-, de buen pronóstico para el paciente. Es uno de los trastornos de movimiento más frecuentes de la población”.
El temblor esencial se manifiesta cuando uno quiere tomar una taza, tomar un lápiz, llevarse algo a la boca o en situaciones discursivas. Su comparación con el Parkinson es necesaria para distanciar dos enfermedades absolutamente independientes. El temblor esencial no tiene relación directa, no es un padecimiento sintomático o previo al cuadro parkinsoniano. “Son dos entidades diferentes -se indica-. El temblor esencial puede ser esporádico o familiar. En general son pacientes que reciben un temblor de larga data. El mal de Parkinson es neurodegenerativo, en el que no sólo está limitada la acción, la sintomatología no se limita a síntomas motores, hay falta de rigidez, hay alteración de la postura y un conjunto de síntomas no motores, como pueden ser depresión y trastornos urinales”.
Su definición clínica es “temblor esencial familiar benigno”, y se sostiene que es una afección de carácter hereditario. Su condición benigna razona en relación a que no combate contra la calidad de vida de los pacientes.
Si bien no tiene tratamientos curativos definitivos, en caso de que el temblor esencial genere trastornos anímicos, emociones, de inhibición, existen como dice Cristalli fármacos que se pueden medicar para paliar sus efectos. Hay formas muy severas de temblor esencial, incluso, que pueden superarse no con tratamientos farmacológicos sino con lo que se conoce como estimulación transcraneana.
Fuente Diario El Día